miércoles, 8 de diciembre de 2010

Kiyomizu-dera

Kiyomizu-dera (o Kiyomizudera, 清水寺, en japonés templo del agua pura) denomina a varios templos budistas, y más comúnmente se refiere al templo Otowasan Kiyomizudera en la ciudad de Kioto, Japón. El templo data del año 778, aunque los edificios actuales fueron construidos en 1633. El templo toma su nombre de las cascadas que existen en el complejo, las cuáles bajan de las colinas cercanas. Kiyomizu (清水) literalmente significa agua pura, agua clara o agua limpia.
El edificio principal de Kiyomizu-dera destaca por su enorme baranda, sostenida por cientos de pilares, que sobresale de la colina y ofrece impresionantes vistas de la ciudad. Existe una expresión popular, que dice: "saltar de la plataforma de Kiyomizu" que se remonta a una tradición del Período Edo, que supone que, si uno sobrevive al saltar desde esa plataforma, le será concedido un deseo. Sobrevivir parece posible: la exuberante vegetación bajo la plataforma podría amortiguar la caída de un peregrino afortunado, aunque esta práctica está prohibida en la actualidad. 234 saltos se recuerdan en el período Edo, y de ésos, 85'4% sobrevivieron. La caída tiene, en efecto, sólo 13 metros, lo cuál resulta impresionante para una construcción de madera.
Debajo de la sala principal se encuentra la cascada Otowa-no-taki, donde tres canales de agua caen en un estanque. Los visitantes del templo cogen el agua de la cascada, de la que se piensa que tiene propiedades terapéuticas, en copas de metal o de plástico. Se dice que beber esta agua supone tener salud, longevidad y éxito en los estudios.
Los diferentes edificios forman un complejo donde hay varios recintos sagrados. El más notable es quizás el santuario Jishu (Jishu-jinja), dedicado a Okuninushino-Mikoto, un dios del amor y los "buenos matrimonios". Este santuario posee dos "piedras del amor", situadas a 18 metros la una de la otra, distancia que los visitantes solitarios intentan sortear con los ojos cerrados. El éxito en alcanzar la piedra del otro lado, con los ojos cerrados, es entendido como el presagio de que el peregrino encontrará el amor. Uno puede ser asistido por alguien en ese tramo, pero eso se entiende como que la persona necesitará de un intermediario para encontrarlo.
Forma parte del conjunto de Monumentos históricos de la antigua Kioto (ciudades de Kioto, Uji y Otsu) declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994.
El templo fue uno de los candidatos en la lista a Nuevas Siete Maravillas del Mundo propuesta por la New Open World Foundation del suizo Bernard Weber..

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